Los problemas de salud pública en la frontera México-Estados Unidos representan un reto importante para los Sistemas de Salud de ambos países. Sin bien es cierto, que a lo largo de la frontera existen serios problemas comunes, es importante identificar los problemas en específico de cada una de las regiones para una mejor respuesta a las necesidades de la población migrante.
Entre los diversos grupos que conforman la migración hacia Norteamérica, los migrantes indígenas constituyen una de las poblaciones más vulnerables, con serios factores de riesgo y con mayores desventajas comparados con los no indígenas; se han identificado factores como baja escolaridad, marginación, discriminación, falta de acceso a servicios asistenciales y de salud, desconocimiento de sus derechos, problemas de salud mental, adicciones y pérdida de la identidad cultural.
La prioridad de definir políticas públicas compartidas entre ambas naciones y programas de protección al migrante indígena de manera binacional es urgente, es por ello que se propone un Plan de Prevención de Adicciones a través de comunicación educativa trilingüe en salud (Triqui, español e inglés), con pertinencia cultural e interculturalidad lingüista: comunicación y difusión en lengua materna para la reafirmación de la identidad étnica como factores de protección.
A través de nuestro trabajo como equipo, hemos establecido enlaces y conexiones los cuales nos han permitido empezar a trabajar en dicho plan de prevención a nivel gubernamental e institucional incluyendo importantes organizaciones de servicio a migrantes en el transcurso de la migración desde Oaxaca, Sinaloa, Nogales Sonora, Nogales Arizona y California.